El estudio ARASENS mostró que el uso concomitante de factor estimulante de colonias de granulocitos (G-CSF, por sus siglas en inglés) permite mantener una dosis eficaz de docetaxel en combinación con darolutamida en pacientes con cáncer de próstata hormonosensible metastásico (CPHSm), sin afectar la eficacia del tratamiento
En el Simposio de Cánceres Genitourinarios 2025 de ASCO se presentó un análisis del estudio ARASENS, que evaluó el impacto del uso concomitante de G-CSF en la administración de docetaxel en combinación con darolutamida en pacientes con CPHSm. El objetivo de este análisis fue investigar cómo la modificación de la dosis de docetaxel y el uso de G-CSF podrían influir en la eficacia y seguridad del tratamiento.
En el estudio ARASENS, los pacientes fueron aleatorizados a recibir darolutamida más terapia de privación androgénica (ADT) más docetaxel, o placebo más ADT más docetaxel. Los resultados mostraron que el régimen con darolutamida redujo el riesgo de muerte en un 32.5% en comparación con el tratamiento estándar. Además, no hubo una diferencia significativa en los efectos adversos emergentes del tratamiento entre los dos grupos. Sin embargo, un hallazgo importante fue el impacto del G-CSF en la administración de la dosis de docetaxel y en la seguridad general del tratamiento.
De los 1,305 pacientes del estudio, un 60% (800 pacientes) experimentaron modificaciones en la dosis de docetaxel. En los 1,273 pacientes con datos sobre la intensidad de la dosis relativa (RDI, por sus siglas en inglés) de docetaxel, más del 97% de ellos recibieron una dosis eficaz de docetaxel (RDI >80%). El uso de darolutamida no tuvo un impacto significativo en la intensidad de la dosis de docetaxel. Además, se observó que el uso de G-CSF concomitante fue utilizado en un 48% de los pacientes del grupo con darolutamida y en un 46% del grupo con placebo, específicamente en pacientes con modificaciones de la dosis de docetaxel, en comparación con un 42% en el grupo con darolutamida y un 45% en el grupo con placebo cuando se considera la población total. La razón principal de su uso fue la profilaxis secundaria contra la neutropenia febril, tras la primera dosis de docetaxel.
En el grupo de darolutamida, el 70% de los pacientes con RDI ≤85% usaron G-CSF, frente al 39% en aquellos con RDI >85%. En el grupo de placebo, el 74% de los pacientes con RDI ≤85% utilizaron G-CSF, mientras que el 41% lo hizo en el grupo con RDI >85%.
Los eventos adversos de grado 3 o superior fueron más frecuentes en aquellos con una RDI ≤85%, y se observaron tasas más altas de neutropenia febril. Sin embargo, las tasas de discontinuación del tratamiento por efectos adversos fueron similares entre los dos grupos de RDI (7% en el grupo de darolutamida con RDI ≤85%, frente a 8% en el grupo con RDI >85%). Lo mismo ocurrió en el grupo de placebo (11% en RDI ≤85% frente a 11% en RDI >85%).
En cuanto a los resultados de eficacia, no se observaron diferencias significativas en la supervivencia global (SG) ni en el tiempo hasta la progresión del antígeno prostático específico (APE) entre los subgrupos con RDI ≤85% y >85%. Por lo tanto, el análisis sugiere que, aunque la modificación de la dosis de docetaxel y el uso de G-CSF fueron necesarios para mantener una dosis eficaz, no se vio una diferencia en los resultados clínicos clave como la SG o el tiempo hasta la progresión del APE.
Fuente consultada:
Ong M, Suzuki H, Smith M y cols. Concomitant G-CSF use in maintaining an efficacious dose and safe delivery of docetaxel in combination with darolutamide in patients with metastatic hormone sensitive prostate cancer (mHSPC): ARASENS, a phase 3 study. Abstract #152, presentado en el Simposio de Cáncer Genitourinarios de ASCO 2025; del 13 al 15 de febrero en San Francisco, California, EE.UU.
Noticia redactada por Pamela Mercado
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