En el estudio fase III ASCEMBL, el fármaco experimental asciminib fue casi dos veces más eficaz que un régimen de tratamiento estándar para pacientes con leucemia mieloide crónica (LMC) recurrente a pesar de dos cursos previos con inhibidores de tirosina quinasa (TKI´s). Al dirigirse específicamente al bolsillo miristoílo de la proteína BCR-ABL1, asciminib (conocido como inhibidor de STAMP) funciona a través de un mecanismo biológico diferente al de los inhibidores de la tirosina quinasa existentes, que comprenden la mayoría de los tratamientos disponibles para la LMC.
Actualmente se encuentran disponibles cinco TKI´s para tratar la LMC. La enfermedad generalmente se trata con uno de varios inhibidores de la tirosina quinasa de primera línea; si el cáncer persiste, se podría usar otro TKI. Si ambos tratamientos fallan o si los pacientes no pueden tolerar estas opciones, quedan alternativas limitadas y los pacientes pueden enfrentar una posibilidad reducida de supervivencia.
“El asciminib puede brindar una buena oportunidad para un tratamiento de tercera línea en pacientes con leucemia mieloide crónica”, comentó el autor principal del estudio, el Dr. Andreas Hochhaus, del Hospital Universitario de Jena, Alemania. “Los datos de ASCEMBL muestran que, con la inhibición específica de ABL, asciminib tiene una tasa reducida de efectos secundarios que conducen a la interrupción o al ajuste de la dosis en comparación con bosutinib, al tiempo que mejora la tasa de respuesta y la velocidad de respuesta”.
Los investigadores inscribieron a 233 pacientes con leucemia mieloide crónica positiva para el cromosoma Filadelfia (Ph) en fase crónica que habían sido tratados previamente con dos o más TKI. Los participantes fueron asignados al azar para recibir asciminib (157 pacientes) o bosutinib (76 pacientes) como tratamiento de tercera línea y seguidos durante una mediana de poco menos de 15 meses.
A las 24 semanas, el 25.5% de los pacientes que recibieron asciminib lograron una respuesta molecular importante, en comparación con el 13.2% entre los que recibieron bosutinib, cumpliendo el criterio de valoración principal del estudio. Los que tomaban asciminib también tenían el doble de probabilidades de lograr una respuesta molecular profunda, un indicador de una erradicación más completa de las células cancerosas.
Se produjeron eventos adversos de grado 3 o superiores en aproximadamente la mitad de los pacientes que tomaban asciminib y en el 60% de los que tomaban bosutinib. “El perfil de tolerabilidad fue muy bueno”, comentó el Dr. Hochhaus. “Ofrece una buena prueba de que cuanto más específico es un inhibidor, menos efectos secundarios se ven”.
La presentación a la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos y la Agencia Europea de Medicamentos de la Unión Europea está prevista para 2021. Se están realizando estudios adicionales. Este estudio fue financiado por Novartis.
Fuente:
Asciminib Found Safe and Effective for Hard-to-Treat Chronic Myeloid Leukemia
Acceso 8 de diciembre 2020
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