La combinación de talazoparib con enzalutamida prolonga significativamente la calidad de vida y retrasa el deterioro de los síntomas urinarios en pacientes con cáncer de próstata resistente a la castración metastásico (CPRCm) con alteraciones en genes de reparación por recombinación homóloga (HRR)
Un nuevo análisis del ensayo clínico fase III, TALAPRO-2, ofrece evidencia importante sobre el beneficio de combinar talazoparib con enzalutamida en pacientes con CPRCm que presentan alteraciones en genes HRR. Además de mejorar la supervivencia libre de progresión radiográfica —algo que ya se había informado previamente—, este informe se centra en los resultados reportados por los pacientes, uno de los objetivos secundarios, incluyendo calidad de vida, síntomas urinarios y dolor.
Durante el estudio, se incluyeron 399 pacientes con CPRCm y deficiencias en genes HRR. De estos, 197 recibieron talazoparib (0,5 mg una vez al día) junto con enzalutamida (160 mg una vez al día), mientras que otros 197 recibieron placebo con enzalutamida. El seguimiento medio fue de 22.2 meses en el grupo con talazoparib y de 20.2 meses en el grupo con placebo. Uno de los hallazgos clave fue el tiempo hasta el deterioro definitivo en el estado global de salud y calidad de vida (GHS/QoL). En el grupo que recibió talazoparib más enzalutamida, este deterioro se retrasó significativamente: 27.1 meses (IC del 95%: 21.2–no estimable) frente a 19.3 meses (IC del 95%: 16.6–23.0) en el grupo con placebo, con una reducción del 31% en el riesgo de deterioro (HR 0.69; IC del 95%: 0.49–0.97; p bilateral= 0.032).
En cuanto a los síntomas urinarios, el beneficio también fue evidente. Aunque no se alcanzó una mediana estimable en el grupo de talazoparib, el grupo placebo presentó un deterioro a los 30.2 meses (IC del 95%: 24.6–no estimable). La reducción del riesgo en este ámbito fue del 44% (HR 0.56; IC del 95%: 0.34–0.93; p bilateral= 0.022).
En lo relacionado al dolor, el análisis no fue estimable en ambos grupos (HR 0.58; IC del 95%: 0.33–1,01; p bilateral= 0.051). El dolor se midió usando el cuestionario breve de dolor (BPI-SF) y el cambio desde el inicio en el dolor más intenso en las últimas 24 horas favoreció también al grupo de talazoparib, aunque las diferencias no alcanzaron el umbral considerado clínicamente significativo.
Por último, se evaluaron otros aspectos de calidad de vida mediante cuestionarios validados como el EORTC QLQ-C30 y el QLQ-PR25. En líneas generales, los pacientes que recibieron talazoparib mantuvieron mejor su funcionamiento físico, emocional y cognitivo, además de experimentar menos síntomas urinarios e intestinales, en comparación con los que recibieron placebo. Sin embargo, estas diferencias, aunque estadísticamente favorables, no superaron el umbral de 10 puntos necesario para considerarse clínicamente significativas.
En resumen, talazoparib combinado con enzalutamida no solo prolonga el tiempo sin progresión tumoral, sino que también ofrece una mejor preservación de la calidad de vida y de los síntomas urinarios en pacientes con cáncer de próstata avanzado con alteraciones genéticas específicas.
Fuente consultada:
Fay AP, Fizazi K, Matsubara N, y cols. First-line talazoparib plus enzalutamide versus placebo plus enzalutamide in men with metastatic castration-resistant prostate cancer and homologous recombination repair gene alterations: patient-reported outcomes from the randomised, double-blind, placebo-controlled, phase 3 TALAPRO-2 trial. Lancet Oncol. 2025 Apr;26(4):470-480. doi: 10.1016/S1470-2045(25)00030-0.
Noticia redactada por Pamela Mercado
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