Asciminib alcanzó una tasa de respuesta molecular mayor (RMM) del 74.1% vs. el 52% con TKI estándar y redujo más del 50% las discontinuaciones por eventos adversos
El análisis del estudio fase III, ASC4FIRST refuerza la eficacia y seguridad de asciminib en el tratamiento de la leucemia mieloide crónica en fase crónica con cromosoma Filadelfia positivo. Este análisis de 96 semanas mostró que asciminib logró tasas significativamente superiores de RMM en comparación con los inhibidores de tirosina quinasa (TKI, por sus siglas en inglés) actualmente utilizados como estándar de tratamiento.
En términos generales, asciminib obtuvo una tasa de RMM del 74.1%, frente al 52% observado con TKI estándar. En el subgrupo de pacientes tratados con imatinib, la RMM fue del 76.2% frente al 47.1%, mientras que en comparación con TKI de segunda generación (nilotinib, dasatinib y bosutinib), la RMM alcanzó el 72% frente al 56.9%. Estos resultados representan una ventaja clínica relevante, con un incremento del 15.1% en la RMM en comparación con los TKI de segunda generación (IC del 95%: 2.3-28.0).
Además, asciminib mostró una mayor capacidad para alcanzar respuestas moleculares profundas:
En cuanto a la seguridad, asciminib mantuvo un perfil favorable, con menos eventos adversos (EA) de grado ≥3 en comparación con imatinib y TKI de segunda generación. La incidencia de EA de grado ≥3 fue del 44.5% con asciminib, frente al 49.5% con imatinib y al 59.8% con TKI de segunda generación. Las discontinuaciones debido a EA también fueron significativamente más bajas con asciminib (5.5%), en comparación con imatinib (13.1%) y TKI de segunda generación (12.7%). Los ajustes de dosis debido a EA fueron necesarios en el 33% de los pacientes tratados con asciminib, frente al 41.4% y 57.8% con imatinib y TKI de segunda generación, respectivamente.
El estudio ASC4FIRST es un ensayo fase III, multicéntrico, aleatorizado y abierto, que comparó asciminib 80 mg una vez al día con TKI de primera y segunda generación en 405 pacientes adultos con LMC-FC recién diagnosticada. Los resultados no solo demostraron superioridad en la RMM a las 96 semanas, sino que también reforzaron la eficacia a las 48 semanas (67.7% vs. 49% con TKI estándar).
Estos hallazgos consolidan a asciminib como una opción terapéutica preferida en pacientes con LMC-FC recién diagnosticada, respaldada por las guías clínicas de la NCCN, que lo recomiendan como tratamiento de categoría 1 en todas las categorías de riesgo. La combinación de eficacia sostenida, profundidad de respuesta y un perfil de seguridad favorable refuerza el potencial de asciminib para mejorar los resultados a largo plazo en esta población.
Fuente consultada:
¿No tienes una cuenta? Regístrate