En este congreso se realizaron múltiples enfoques para esta área, la cual podríamos dividir en:
1.- Enfermedad metastásica
En este ámbito de la enfermedad leptomeníngea que es más frecuente en cáncer de mama, melanoma y pulmón se presentaron:
La carcinomatosis leptomeníngea tiene un pobre pronóstico menor a 4 meses y pocos son los estudios que han evaluado esto en forma específica. Uno de ellos es este trabajo que consiste en un fase III abierto que incluyó 74 pacientes con diagnóstico de cáncer de mama con metástasis leptomeníngeas teniendo en el brazo control, manejo seleccionado a criterio del médico tratante y en el brazo experimental, ese mismo tratamiento con citarabina intratecal. Respecto a los resultados, se obtuvo beneficio en sobrevida libre de progresión a nivel leptomeningeal (basado en hallazgos clínicos y radiológicos) a favor del grupo experimental HR 0.58 (95% IC: 0.36-0.93) p=0.025 sin beneficio en sobrevida libre de progresion y sobrevida global, sin embargo, éstos dos últimos objetivos sin poder suficiente para determinarlo. Este estudio tuvo algunas limitaciones: el objetivo primario que se planteó y que fue basado en un fármaco ya no disponible; sin embargo, es un antecedente que puede llevar a evaluar este grupo de pacientes con otras opciones de fármacos.
2.- Primario de sistema nervioso central
Tomando en cuenta que la etapificación y el pronóstico ha sido relacionado reciententemente con la mutación del gen que codifica IDH, se evaluaron 203 pacientes en forma prospectiva y retrospectiva con diagnóstico de gliomas con protocolo habitual para sistema nervioso central, reportando sensibilidad del 75% y especificidad del 88% con 90.2% de predicción. Sin embargo, dicho estudio tuvo algunas limitaciones como la ausencia de validación y el tener un componente retrospectivo. Su fortaleza es ser un estudio que incorpora sofisticados algoritmos matemáticos en la evaluación.
Nuevos avances en inmunoterapia han tenido su desarrollo con base en la expresión de 3 péptidos: IL13Ra2, EphA2 y survivina relacionado a células T CD8. Por ello, se desarrolla este estudio en segunda línea con dos fases cuyo objetivo fue evaluar sobrevida a 12 meses en pacientes con glioblastoma HLA-A2 positivo. Para la primera fase (SL-701 GM-CSF imiquimod) la sobrevida fue de 44% y en la segunda fase (SL-701 poli-ICLC bevacizumab) fue de 50%, siendo uno de los mejores porcentajes que se han observado en las evaluaciones realizadas con bevacizumab en segunda línea aunque no con el mismo diseño, y siendo hasta del 75% en pacientes con sobreexpresión de células T CD8, lo cual podría tener un rol como biomarcador.
Evaluación retrospectiva de 154 pacientes sometidos a protocolo de STUPP (quimio-radioterapia con temozolamida) y a la progresión, se analizaron pacientes con bevacizumab e irinotecan (70%) y bevacizumab – lomustine (30%). La sobrevida global en el brazo BVZ + IRI tuvo una mediana de 7 meses (95% CI 5.92-8.08) y en el brazo de BVZ + LOM se presentó una mediana de 9 meses (95% CI 4.55-13.45). Sin embargo, las limitaciones del estudio pueden ser la muestra pequeña y el carácter retrospectivo, lo que probablemente pueda llevar a estudiar esta combinación en un futuro.
Bibliografía
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