Mayo 23, 2025
Premio Nobel de Medicina 2018: Inmunoterapia en el Tratamiento del Cáncer
Inmuno-Oncología
Octubre 1, 2018

Premio Nobel de Medicina 2018: Inmunoterapia en el Tratamiento del Cáncer

Octubre 1, 2018

Los Profesores James P Allison  de la Universidad de Texas y Tasuku Honjo de la Universidad de Kioto,  compartirán el premio Nobel de medicina 2018 por sus estudios en la terapia del cáncer por inhibición de la regulación inmune negativa.

Ambos profesores establecieron un principio completamente nuevo para atacar el cáncer, estimulando la capacidad inherente de nuestro sistema inmune para atacar a las células tumorales.

Aceleradores y frenos en el sistema inmune

Durante la década de 1990, el Profesor  James P. Allison estudió la proteína de células T,  CTLA-4. Fue uno de los científicos que habían hecho la observación de que esta proteína funcionaba como un freno en las células T.  Otros equipos de investigación explotaron el mecanismo como diana en el tratamiento de enfermedades autoinmunes, pero el Profesor Allison tenía una idea completamente diferente, el desarrolló un anticuerpo que podía unirse a la proteína CTLA-4 y bloquear su función por lo que se dispuso a investigar si dicho bloqueo podría liberar el “freno” de las células T y “destrabar” el sistema inmunológico para atacar las células cancerosas.

El Profesor Allison y sus compañeros de trabajo realizaron un primer experimento a finales de 1994 con ratones y los resultados fueron espectaculares, pues se habían curado mediante el tratamiento con los anticuerpos que inhiben el freno y desbloquean a las células T.

A pesar del escaso interés de la industria farmacéutica, el Profesor Allison continuó sus intensos esfuerzos para desarrollar una terapia para humanos.

Pronto surgieron resultados prometedores y en 2010 un importante estudio clínico mostró efectos sorprendentes en pacientes con melanoma avanzado.

Descubrimiento de PD-1 y su importancia en el tratamiento del cáncer

En 1992, unos años antes del descubrimiento del Profesor Allison, el Profesor Tasuku Honjo descubrió el PD-1, otra proteína expresada en la superficie de las células T que funciona de manera similar a la proteína CTLA-4, como un freno de las células T pero con un mecanismo diferente.

En experimentos con animales, el bloqueo de PD-1 demostró ser una estrategia prometedora en la lucha contra el cáncer.

En 2012 un estudio clave demostró una clara eficacia en el tratamiento de pacientes con diferentes tipos de cáncer. Los resultados fueron dramáticos, llevando a largo plazo remisión y posible curación en varios pacientes con cáncer metastásico.