Importancia de la prevención de la salud ósea en los pacientes con tumores sólidos y metástasis óseas

El Dr. Samuel Rivera, oncólogo médico adscrito al CMN “Siglo XXI” en la Ciudad de México, México, nos habla, con base en la literatura y en su experiencia, sobre la importancia de la prevención de la salud ósea en los pacientes con tumores sólidos y metástasis óseas.

En México, los tratamientos para las complicaciones óseas no se prescriben de forma preventiva sino hasta que se presenta un evento, lo que generalmente deteriora la evolución de los pacientes.

Las metástasis óseas están presentes en diversos tipos de cáncer, pero los principales son mama, próstata, pulmón y riñón, llegando a presentarse hasta en 90% de los casos, dependiendo del tumor que se trate. Los pacientes que las padecen llegan a presentar complicaciones como la compresión de la médula espinal, fracturas patológicas, hipercalcemia maligna, dolor y, en algunos casos, requieren cirugías o uso de radioterapia, las cuales no solo afectan la calidad de vida de los pacientes, sino que comprometen su supervivencia e incrementan los costos de la atención médica y de los analgésicos.

Para la prevención de estas complicaciones se encuentra denosumab y los bifosfonatos como ácido zoledrónico. Del último, se han reportado limitaciones en su prescripción por estar contraindicado en pacientes con falla renal; adicional a que, a pesar de su uso, el 50% de las pacientes con cáncer de mama siguen presentando complicaciones óseas.

El Dr. Rivera comenta que las guías clínicas recomiendan el uso de agentes dirigidos a hueso, como denosumab, para la prevención de las complicaciones óseas. Denosumab es un anticuerpo monoclonal humano tipo IgG2 que se une al ligando RANK y que disminuye la resorción ósea al evitar la activación de su receptor en los osteoclastos. Su dosis recomendada es de 120 mg, cada 4 semanas, como inyección subcutánea en la parte superior del brazo, muslo o en el abdomen.

Como conclusión, el Dr. Rivera recomienda la administración de calcio, vitamina D y el monitoreo de la ausencia de osteonecrosis de la mandíbula, por lo que es siempre recomendable asegurar que exista una adecuada salud oral previo al inicio de una terapia dirigida a hueso.

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