La Dra. Rita Dorantes Heredia, patóloga adscrita al hospital Médica Sur en la Ciudad de México, abordó el papel clínico de la proteína Claudina 18.2 como biomarcador en cáncer gástrico, destacando su utilidad para identificar pacientes candidatos a terapias dirigidas.
La experta comenta lo siguiente:
Las claudinas son proteínas que forman parte de las uniones estrechas entre células epiteliales. Claudina 18 cuenta con dos isoformas: la 18.1, que se expresa en pulmón, y la 18.2, que se encuentra en el epitelio gástrico normal1. En el contexto del cáncer gástrico, la isoforma 18.2 ha emergido como un blanco terapéutico relevante, ya que se sobreexpresa en aproximadamente el 38% de los adenocarcinomas gástricos y de la unión esofagogástrica1.
Un aspecto clave de Claudina 18.2 es la consistencia de su expresión, independientemente de la localización anatómica del tumor ya sea gástrico o de la unión esofagogástrica y del subtipo histológico, sea intestinal o difuso1. Esta proteína mantiene su expresión tanto en el tumor primario como en metástasis, y en muestras obtenidas por biopsia o resección quirúrgica. Esto la convierte en un biomarcador confiable, adecuado para su evaluación rutinaria mediante inmunohistoquímica2.
La técnica de inmunohistoquímica utilizada para detectar Claudina 18.2 es accesible, sencilla y estandarizada. La plataforma Ventana con la clona 43-14A ha sido validada y aprobada por la FDA específicamente para esta indicación3. Aunque existen otros anticuerpos comerciales, es fundamental contar con una validación clínica adecuada que garantice la reproducibilidad de los resultados3.
En cuanto a la interpretación, se considera que una muestra es positiva cuando al menos el 75% de las células tumorales presentan tinción de membrana moderada o intensa. Este criterio permite identificar a los pacientes que potencialmente podrían beneficiarse de terapias dirigidas contra Claudina 18.2, como los anticuerpos monoclonales en investigación y desarrollo4-5.
En conclusión, la Dra. Dorantes Heredia enfatizó la importancia de incorporar la detección de Claudina 18.2 en la práctica clínica como un paso clave hacia una oncología gástrica más personalizada y basada en biomarcadores, que permita mejorar los resultados clínicos en esta población de pacientes.
Referencias:
Gracias al apoyo educativo sin restricciones de Astellas México.
¿No tienes una cuenta? Regístrate