El Dr. Miguel Ángel Álvarez Avitia, oncólogo médico adscrito al Instituto Nacional de Cancerología en la Ciudad de México, México, expone sobre el tema “Controlando el hoy con apalutamida en el tratamiento del paciente con cáncer de próstata metastásico sensible a la castración (CPmSC)”, resolviendo las siguientes preguntas:
Uno de los primeros fármacos utilizados para el CPmSC fue docetaxel, en donde al hacer un análisis de los estudios, el mayor beneficio presentado era en pacientes considerados de alto volumen (más de 4 lesiones en el esqueleto, más allá del esqueleto axial y enfermedad visceral). Posteriormente, la abiraterona mostró en un estudio, un beneficio significativo a favor de los pacientes considerados de alto riesgo (enfermedad visceral, un Gleason > 8 o más de 3 lesiones óseas). (1)
TITAN, un estudio fase III, controlado con placebo, el cual evaluó apalutamida, un inhibidor de segunda generación del receptor de andrógenos, demostró que ya no es necesario segmentar a todos los pacientes. Apalutamida mostró que existe un beneficio significativo en la reducción del riesgo de progresión radiográfica en todos los pacientes independientemente si son de alto o bajo volumen, si habían recibido docetaxel o si los pacientes tenían Gleason o no mayor de 8. Este tratamiento también demostró una disminución del riesgo de progresión radiográfica hasta del 50% o más y la supervivencia global tuvo una reducción significativa del riesgo de muerte hasta un 35%. (2-4)
Adicionalmente, se presentó una disminución del riesgo de progresión por antígeno prostático específico hasta del 70% y una disminución del riesgo de recibir quimioterapia hasta del 50%. Retrasar la resistencia a la castración siempre ha sido uno de los eventos más importantes que se buscan en este escenario y con apalutamida se vio una reducción del riesgo de desarrollar resistencia a la castración del 65%. (3-4)
Apalutamida es una droga que, dentro de sus características de ser un receptor de andrógenos, incrementa el bloqueo androgénico completo. Es importante recordar que la terapia de supresión androgénica no depriva al 100% los andrógenos circulantes y este tratamiento, al antagonizar directamente en el receptor mejora este bloqueo androgénico que ya se tenía.
Este estudio también demostró que apalutamida, al igual que el brazo placebo, no da un detrimento en la calidad de vida de los pacientes, ninguno de los eventos adversos impacta negativamente en la calidad de vida y la mayor parte de los pacientes que recibieron apalutamida tuvieron una percepción de pérdida de energía menor que los de placebo. (5-7)
El Dr. Álvarez concluye comentando que muchos de los pacientes se van a mantener en buenas condiciones generales con apalutamida, con un perfil farmacológico seguro, el cual se reflejará en la calidad de vida a largo plazo.
Referencias:
Gracias al apoyo educativo de Janssen México
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