El estudio MonarchE demostró que añadir abemaciclib a la terapia hormonal adyuvante en pacientes con cáncer de mama temprano reduce significativamente el riesgo de recaída, mostrando una diferencia superior al 8%, en comparación con aquellas que solo recibieron la terapia hormonal convencional
El Dr. Carlos Alberto Vargas, oncólogo clínico del Centro de Oncología Clínica del Country en Bogotá, Colombia, nos habla sobre el manejo de las pacientes con cáncer de mama temprano, un grupo significativo en la consulta.
El experto comenta lo siguiente:
Las pacientes con cáncer de mama en estadio temprano, es decir, aquellas que no han desarrollado enfermedad metastásica, constituyen un grupo muy amplio dentro de nuestra consulta. Estas pacientes requieren una motivación significativa, enfocada en la posibilidad de curar su cáncer. Muchas veces, llegan con la idea de que su enfermedad es incurable. El desafío para nosotros, como médicos, es mostrarles que la curación es posible, pero no se logra con un único tratamiento. Generalmente, es la combinación de tratamientos en secuencia lo que aumenta las probabilidades de éxito. Convencer a las pacientes de la importancia de recibir todos esos tratamientos, y explicarles que cada uno de ellos incrementa, aunque sea mínimamente, su expectativa de curación, es un reto constante.¹·²
Las pacientes que llegan después de la cirugía, ya sea que hayan recibido o no quimioterapia, vienen con la esperanza de conocer si los resultados de la patología son favorables. En ocasiones, los resultados no son tan optimistas, ya que existen factores de riesgo que sugieren que la enfermedad tiene una mayor probabilidad de hacer metástasis en el futuro.¹·²
En el estudio MonarchE, se compararon pacientes que recibieron terapia adyuvante hormonal convencional, como antiestrógenos (por ejemplo, tamoxifeno) o, más comúnmente, inhibidores de aromatasa en pacientes postmenopáusicas. En el caso de las pacientes premenopáusicas, se aplicó ablación ovárica. Además, en uno de los brazos del estudio, estas pacientes recibieron el tratamiento hormonal convencional más abemaciclib, un inhibidor de ciclinas que ha demostrado ser de gran utilidad en la enfermedad metastásica.¹·²
En el estudio, las pacientes que recibieron abemaciclib lo hicieron durante dos años, y se observó que, desde las primeras etapas, las curvas comenzaron a separarse. Aunque, afortunadamente, no un gran número de pacientes recayeron en los primeros años, esta diferencia ha ido aumentando con el paso del tiempo. Actualmente, la diferencia en las tasas de recaída es superior al 8%, con una tasa de recaídas del 75% al 83% en las pacientes que recibieron solo la terapia hormonal, frente a aquellas que recibieron la combinación con abemaciclib.¹·²
Este hallazgo es especialmente relevante, ya que en el pasado los cambios en el tratamiento se realizaban por porcentajes de mejora del 3 al 5%, mientras que ahora se observa una diferencia mayor, lo cual abre nuevas oportunidades para mejorar el pronóstico. Esperamos que esta diferencia se siga ampliando a medida que avance el seguimiento.¹·²
Es fundamental tener en cuenta que las pacientes que han recaído son aquellas que desarrollarán enfermedad metastásica, lo que puede llevarlas al fallecimiento debido a la enfermedad. Por eso, para los oncólogos es crucial contar con opciones terapéuticas como abemaciclib, que, en un tratamiento adyuvante de dos años, aumenta significativamente la posibilidad de curación. Nuestro desafío es garantizar que las pacientes reciban el tratamiento completo tal como se ha demostrado en el estudio.¹·²
Referencias:
Para más información revisar la IPP de abemaciclib.
Gracias al apoyo educativo sin restricciones de Eli Lilly Colombia.
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