Julio 1, 2025
Estrategias para la preservación hepática en CHC
Gastrointestinales
Agosto 23, 2024

Estrategias para la preservación hepática en CHC

Agosto 23, 2024

La Dra. Nayelli Cointa Flores García, hepatóloga adscrita al Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán en la Ciudad de México, México, nos habla sobre las estrategias para la preservación hepática en carcinoma hepatocelular (CHC).

La experta comenta lo siguiente:

El carcinoma hepatocelular se encuentra entre las primeras causas de mortalidad tanto en México como en el mundo por neoplasias malignas. Esto se debe, en gran medida, a que el diagnóstico suele realizarse de manera tardía, cuando la enfermedad ya se encuentra en etapas avanzadas. Es importante mencionar que esta neoplasia maligna, el carcinoma hepatocelular, generalmente aparece en personas que padecen una segunda enfermedad, es decir, cirrosis hepática. Por ello, una de las principales estrategias debe enfocarse en controlar la causa que llevó a las personas a desarrollar cirrosis hepática. Algunas de las principales causas incluyen el consumo excesivo de alcohol; si se consigue detenerlo y eliminarlo por completo, es probable que haya una mejoría en la función hepática. Otra causa importante es la infección crónica por el virus de la hepatitis C; si se erradica el virus, también se podría observar una mejoría significativa.

Sin embargo, es común que los pacientes lleguen con cirrosis y carcinoma hepatocelular simultáneamente. Aunque actualmente se dispone de muchas alternativas para tratar el carcinoma hepatocelular, la meta no es solo limitar el crecimiento del tumor, sino también mantener una función hepática lo más adecuada posible. Aquí es donde se logran observar complicaciones en el tratamiento, ya que las personas con cirrosis hepática suelen presentar complicaciones derivadas principalmente de la hipertensión portal, como la encefalopatía hepática. Para controlarla, el primer paso esencial es mantener un número adecuado de evacuaciones, generalmente de 3 a 4 al día, por lo cual se pueden usar laxantes. También es posible emplear antibióticos no absorbibles u otros aminoácidos.

Es frecuente encontrar personas con ascitis, otra complicación importante de la hipertensión portal. En estos casos, el uso de diuréticos es crucial, pero es fundamental vigilar la creatinina y los electrolitos séricos para prevenir lesión renal o alteraciones hidroelectrolíticas. Además, en ciertos contextos, los betabloqueadores son importantes para evitar la hemorragia del tubo digestivo derivada de la ruptura de várices esofágicas. En algunos casos, también será necesaria la realización de endoscopias gastrointestinales. Aunque estas son algunas de las principales complicaciones, no se debe pasar por alto que las personas que viven con cirrosis hepática y carcinoma hepatocelular suelen tener otras complicaciones de tipo nutricional.

Los requerimientos nutricionales de estos pacientes son más altos, tanto por la cirrosis como por el carcinoma hepatocelular. Por ello, involucrar al equipo de nutrición es crucial. Aquí llegamos a un punto esencial, desde el momento en que se establece el diagnóstico del carcinoma hepatocelular, lo ideal es discutirlo con un equipo multidisciplinario que incluya, como ya se mencionó, al equipo de nutrición, oncología médica, oncología quirúrgica, cirujanos hepatopancreatobiliares o de trasplante, gastroenterólogos, hepatólogos, trabajo social e incluso en ocasiones, psicología o psiquiatría. De esta manera, podremos brindar un manejo integral a estos pacientes. Es esencial utilizar puntuaciones como Child-Pugh o ALBI para determinar la función hepática en este grupo de pacientes. Es importante recordar que, entre las terapias disponibles, que van desde opciones curativas como la resección hepática o el trasplante, existe una buena oportunidad de éxito para los pacientes con carcinoma hepatocelular en etapas avanzadas si reciben tratamiento sistémico, inmunoterapia o alguna combinación de estos. No obstante, para ello es crucial que los pacientes mantengan una buena condición clínica, lo cual solo se logrará mediante un enfoque multidisciplinario.

Gracias al apoyo educativo de Roche México.