
Tafasitamab + lenalidomida ofrece eficacia sostenida y seguridad manejable en linfoma difuso de células B grandes R/R, con respuestas duraderas y beneficios clínicos a largo plazo
El Dr. Adrián Alejandro Ceballos López, hematólogo adscrito a la Clínica de Mérida en Yucatán, nos habla sobre el estudio L-MIND a 5 años: eficacia y seguridad de tafasitamab en linfoma difuso de células B grandes R/R.
El experto comenta lo siguiente:
Es crucial considerar el abordaje terapéutico del linfoma difuso de células B grandes. Este tipo de linfoma representa la forma más común entre los linfomas no Hodgkin dentro del ámbito de la hematología. Aunque la terapia de primera línea logra buenos resultados, entre un 30 y 40% de los pacientes presentan recaída o no responden al tratamiento inicial. En México, la principal alternativa terapéutica para estos casos es el trasplante autólogo.
Sin embargo, es importante reconocer que no todos los pacientes son elegibles para esta terapia, ya sea debido a comorbilidades, edad avanzada o falta de respuesta a la quimioterapia. En este escenario, donde han surgido nuevas opciones terapéuticas, destaca una de particular relevancia: el estudio L-MIND, que investiga la combinación de tafasitamab, un anticuerpo monoclonal dirigido contra CD19, con el inmunomodulador lenalidomida, y cuyos resultados incluyen seguimientos de hasta cinco años.
El estudio L-MIND es un ensayo fase II, multicéntrico y abierto, que evaluó a 81 pacientes con linfoma difuso de células B grandes en R/R no aptos para trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos. La mediana de edad fue de 71 años con un rango entre 41 y 86 años, y el 76% presentaba enfermedad en estadio avanzado (estadio 3 o 4) al momento de ingresar al estudio. Además, el 52% tenía un índice pronóstico internacional indicativo de alto riesgo. En cuanto a tratamientos previos, la mitad de los pacientes había recibido una línea de terapia, mientras que el otro 50% había sido tratado con dos o más líneas. Cabe señalar que un 17% presentaba enfermedad refractaria, caracterizada por una recaída temprana.
Los pacientes fueron tratados con una combinación de tafasitamab y lenalidomida durante 12 ciclos, seguida de mantenimiento con tafasitamab en monoterapia hasta progresión de la enfermedad o aparición de toxicidad inaceptable. Con un seguimiento de cinco años, se observó una tasa de respuesta global del 57.5%, incluyendo una tasa de respuestas completas del 40%.
A mi parecer, uno de los datos más relevantes es la mediana de duración de la respuesta, que alcanzó los 43.9 meses, junto con una mediana de supervivencia global de 33.5 meses. Es fundamental destacar la importancia de la duración de la respuesta en aquellos pacientes que lograron una respuesta clínica. Estos resultados adquieren un valor especial si recordamos que, en el pasado, las opciones terapéuticas para este grupo de pacientes eran muy limitadas y la expectativa de vida era considerablemente menor.
Durante la fase de tratamiento combinado con tafasitamab y lenalidomida, los eventos adversos más frecuentes fueron neutropenia, trombocitopenia y anemia, siendo la neutropenia la más destacada, con una incidencia de hasta el 51% y neutropenia febril de grado 3 o 4 en aproximadamente el 12% de los pacientes. Es relevante señalar que, una vez que se interrumpe la lenalidomida, la frecuencia de estos efectos adversos se reduce de forma notable. Como hematólogos, sabemos que muchos de estos eventos pueden atribuirse directamente al perfil hematológico de toxicidad de la lenalidomida.
Para empezar, tenemos que tener terapias aprobadas. En este caso, esta terapia ya está aprobada por FDA y en nuestro caso en México por la parte de COFEPRIS. Comparando con otras alternativas como polatuzumab vedotina, como bendamustina + rituximab, como la parte de CAR-T que no tenemos en México, esta combinación ofrece una opción accesible y eficaz, especialmente donde no tenemos CAR-T. Además, la durabilidad de la respuesta observada en el seguimiento a cinco años sugiere que esta combinación no solo es efectiva a corto plazo sino que puede ofrecer beneficios prolongados en un subgrupo significativo de pacientes.
En conclusión, el estudio L-MIND, con un seguimiento de cinco años, reafirma el valor de la combinación de tafasitamab con lenalidomida como una opción terapéutica robusta para pacientes con linfoma difuso de células B grandes en recaída o refractario que no son candidatos a trasplante.
Esta combinación ha demostrado no solo una respuesta efectiva, sino también una notable durabilidad, lo que representa un avance significativo en el abordaje de esta enfermedad. Es importante recordar que actualmente esta terapia está aprobada para su uso en segunda línea, es decir, en la primera recaída. Aunque existen otras alternativas terapéuticas, su eficacia ha sido más limitada, y si bien contamos con opciones emergentes como los anticuerpos biespecíficos, su aprobación está restringida por ahora a la tercera línea de tratamiento.
Referencia:
Johannes Duell, Pau Abrisqueta, Marc Andre, Gianluca Gaidano, Eva Gonzales-Barca, Wojciech Jurczak, Nagesh Kalakonda y cols. Tafasitamab for patients with relapsed or refractory diffuse large B-cell lymphoma: final 5-year efficacy and safety findings in the phase II L-MIND study. Haematologica. 2024 Feb 1;109(2):553-566. doi: 10.3324/haematol.2023.283480.
Gracias al apoyo educativo de Knight México.
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