El Dr. Luis Corrales, oncólogo médico adscrito al Centro de Investigación y Manejo del Cáncer en San José, Costa Rica, en conjunto con el Dr. Julio César Garibay, oncólogo médico adscrito al Hospital MAC en Puebla y la Dra. Vanessa García Montes, oncóloga médica adscrita al Hospital Español en la Ciudad de México nos hablan sobre el estudio FLAURA2: la importancia de un perfilamiento adecuado del paciente con cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) avanzado con mutación EGFR.
Los expertos comentan lo siguiente:
Dr. Corrales: el cáncer de pulmón en estadio avanzado con mutaciones en EGFR es una situación común en los sistemas de salud de América Latina, presentándose con frecuencia significativa. A lo largo del tiempo, hemos contado con diversas opciones terapéuticas que han ido evolucionando constantemente. La alternativa más reciente hasta hace poco era el uso de inhibidores de tirosina quinasa, destacando el osimertinib de tercera generación, que ha demostrado resultados clínicos muy favorables.
Actualmente contamos con los resultados del estudio FLAURA2, que evaluó pacientes con mutaciones comunes en EGFR, incluyendo aquellos con afectación en el sistema nervioso central. En este estudio, los participantes fueron aleatorizados para recibir osimertinib como monoterapia o en combinación con quimioterapia. La quimioterapia consistía en un régimen basado en platino y pemetrexed administrado durante cuatro ciclos, seguido de un mantenimiento con osimertinib y pemetrexed hasta la progresión de la enfermedad.
El objetivo principal del estudio fue evaluar la supervivencia libre de progresión (SLP) según el criterio del investigador. Los resultados mostraron un beneficio significativo para la combinación de osimertinib con quimioterapia, con una diferencia cercana a nueve meses en la mediana de supervivencia libre de progresión. Los pacientes tratados con la combinación alcanzaron una mediana de 28 meses de SLP, frente a los 16 meses observados con osimertinib como monoterapia. Este es, sin duda, un estudio positivo que introduce una nueva opción terapéutica para estos pacientes.
La pregunta ahora es: ¿Cómo decidir la mejor opción de tratamiento?
Dr. Garibay: claro, Luis, ese es un punto muy importante, ya que no todos los pacientes son adecuados para recibir esta combinación terapéutica. Entre los aspectos más relevantes están aquellos pacientes que, según otros estudios como FLAURA, tienen un pronóstico menos favorable. Esto incluye a quienes presentan la mutación L858R, enfermedad en el sistema nervioso central o con mutaciones, quienes generalmente enfrentan resultados que no son tan óptimos como desearíamos.
Sin embargo, en este estudio, observamos que la combinación de osimertinib con quimioterapia logra mejorar significativamente las expectativas. En otras palabras, estos pacientes podrían alcanzar un pronóstico más alentador con esta combinación, en comparación con el uso de osimertinib en monoterapia, que si bien proporciona buenos resultados, puede ser superado con este enfoque combinado.
Dra. García: otro aspecto interesante a considerar es que venimos de una zona de confort, donde hemos adoptado el uso de osimertinib como tratamiento estándar para nuestros pacientes con mutaciones comunes en EGFR, y nos sentíamos seguros con esta estrategia. Ahora, este nuevo avance nos presenta un reto diferente. Sin duda, ofrece opciones adicionales con mejores resultados en términos de SLP, especialmente para pacientes con pronósticos más desfavorables. Sin embargo, también implica desafíos tanto para nosotros como para los pacientes en la forma en que planteamos estas nuevas alternativas de tratamiento.
Como mencionaste, Luis, se trata de quimioterapia convencional, algo con lo que estamos muy familiarizados, combinada con osimertinib, un fármaco con el que nos sentimos cómodos. No obstante, no todos los pacientes serán candidatos ideales para esta combinación. Esto añade el reto de convencer a algunos de regresar a la sala de quimioterapia, aceptar la administración del tratamiento y manejar las toxicidades asociadas.
Además, esto subraya una tendencia que ya veníamos observando: la importancia de la secuenciación de nueva generación como una herramienta clave en el diagnóstico de primera línea en pacientes con cáncer de pulmón. En el caso de aquellos con mutaciones en EGFR, nos permite identificar factores adicionales de interés, como las conmutaciones, que pueden ser cruciales para optimizar las estrategias terapéuticas.
Dr. Corrales: sin duda, la secuenciación de nueva generación es clave en este contexto y debemos seguir apostando por implementarla en nuestros pacientes. Esto nos permitirá identificar de manera más precisa el perfil de cada paciente que tenemos frente a nosotros, idealmente dentro de un enfoque multidisciplinario. Al final, estamos hablando de un estudio positivo que aporta mejores resultados, pero es fundamental evaluar cuidadosamente el balance entre riesgo y beneficio para garantizar que ofrecemos la mejor opción terapéutica a nuestros pacientes.
Referencia:
D. Planchard, P.A. Jänne, Y. Cheng, J.C.-H. Yang, N. Yanagitani, S.-W. Kim, S. Sugawara, Y. Yu, Y. Fan, S.L. Geater, K. Laktionov, C.K. Lee, N. Valdiviezo y cols. Osimertinib with or without Chemotherapy in EGFR-Mutated. Advanced NSCLC. n engl j med 389;21 nejm.org November 23, 2023.
Gracias al apoyo educativo de AstraZeneca México.
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