La Dra. María Teresa Bourlon de los Ríos, oncólogo médico adscrita al Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán en la Ciudad de México, México, nos comenta sobre la innovación en cáncer de próstata (CaP) a través de los inhibidores de PARP (iPARPs).
En CaP, las mutaciones en genes de las vías de reparación del daño al ADN como BRCA2, ATM, CHEK2, BRCA1 y otras menos frecuentes, ocurren con mayor frecuencia cuando se comparan con la población general. Estas mutaciones se deben de identificar en línea germinal y línea somática, ya que se asocian a la respuesta del tratamiento con iPARPs. (1-2)
El estudio fase III, PROFOUND, aleatorizó pacientes con cáncer de próstata resistente a la castración metastásico (CPRCm) que fallaron a una línea de tratamiento con un nuevo agente hormonal (enzalutamida o abiraterona), a recibir olaparib, o el tratamiento hormonal de elección del investigador (abiraterona o enzalutamida). Los pacientes fueron divididos en una cohorte A, que tenían mutaciones en BRCA1, BRCA2 o ATM; y una cohorte B, que incluyó el resto de las alteraciones identificadas. (3)
Como resultado, se mostró un beneficio con olaparib en la supervivencia libre de progresión radiográfica para los pacientes en la cohorte A y B, así como una mejoría estadísticamente significativa en la supervivencia global para los pacientes en la cohorte A, manteniendo la calidad de vida a lo largo del estudio en los pacientes. (3)
La Dra. Bourlon concluye comentando que es importante realizar la evaluación de mutaciones en la vía de reparación por recombinación homóloga en pacientes con CPRCm y definir si los pacientes son portadores o no, para delimitar si son candidatos al beneficio del tratamiento con olaparib.
Referencias:
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