Personalizar el tratamiento de segunda línea requiere conocer el perfil del paciente y las estrategias terapéuticas específicas para abordar los mecanismos de resistencia y vías moleculares asociadas con la enfermedad
La Dra. Claudia Arce, oncóloga médica de la Ciudad de México, aborda el manejo del cáncer de mama metastásico (CMm) RH+/HER2- y las opciones terapéuticas disponibles.
La experta comenta que, en la primera línea de tratamiento, el estándar es la combinación de un inhibidor de CDK4/6 con terapia endocrina, lo cual ha demostrado beneficios significativos en la supervivencia [1]. Sin embargo, algunos pacientes desarrollan resistencia, lo que exige alternativas efectivas para la segunda línea de tratamiento.
Con base en esto, en la segunda línea se busca vencer los mecanismos de resistencia desarrollados por las células cancerosas, incrementando así la tasa de respuesta. La Dra. Arce destaca varias estrategias terapéuticas efectivas [2-4]:
Cuando no se identifica una proteína específica responsable de la resistencia, los inmunoconjugados emergen como una opción terapéutica viable. Los inmunoconjugados son anticuerpos monoclonales unidos a moléculas de quimioterapia, diseñados para dirigir el agente citotóxico directamente a las células tumorales. Estos compuestos no solo eliminan las células diana sino también afectan las células vecinas a través de un efecto “bystander” [5.7].
Uno de los inmunoconjugados actualmente en estudio es el sacituzumab govitecán, dirigido contra la proteína TROP-2, una glicoproteína transmembrana expresada en diversos tumores, incluyendo el cáncer de mama [5].
Estas estrategias, al abordar diferentes mecanismos de resistencia y vías moleculares, contribuyen significativamente a mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes con CMm.
Referencias:
Gracias al apoyo educativo de Gilead México.
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