La determinación de PD-L1 en pacientes con cáncer de pulmón en etapa temprana es crucial, ya que identifica a aquellos que pueden beneficiarse de la inmunoterapia adyuvante con atezolizumab, ayudando a personalizar el tratamiento y mejorar los resultados postoperatorios
El Dr. Jerónimo Rodríguez Cid, oncólogo médico, adscrito al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias en la Ciudad de México, en esta ocasión nos comenta sobre el perfilamiento molecular desde etapas tempranas en cáncer de pulmón.
El experto comenta lo siguiente:
La evaluación de ciertos biomarcadores para pacientes con cáncer de pulmón en etapa temprana es esencial para guiar el tratamiento, tomar una adecuada decisión y realizar un buen pronóstico. Hay que tomar en cuenta que a lo largo de este camino habrá una evolución en este tipo de pacientes ya que cada vez más se encontrarán en etapa temprana debido a que hoy los estudios de tamizaje no solamente demuestran un beneficio en la mortalidad sino que al implementar el screening y al implementar el tamizaje se observa este avance. Ahora bien, es sumamente importante escoger adecuadamente al paciente sobre los nuevos tratamientos que se tienen disponibles ya que todos ellos han demostrado aumentar la supervivencia libre de recurrencia.
En pacientes con EGFR positivo, el estudio ADAURA demostró que tras 3 años de osimertinib aumentaba la supervivencia libre de recurrencia en estos pacientes después de operados [1], en el estudio ALINA en población ahora ALK positivo fueron aleatorizados después de la cirugía alectinib vs. el tratamiento de quimioterapia y actualmente esta estrategia ha demostrado un beneficio en supervivencia libre de recurrencia y además es una estrategia donde no se tiene que utilizar quimioterapia y que por lo tanto se puede evitar la toxicidad de la quimioterapia. [2]
Por último, los pacientes que no son candidatos a tratamientos dirigidos pueden ser tratados con inmunoterapia, en el estudio IMpower010 con atezolizumab utilizado de manera adyuvante, es decir, a los pacientes en etapas tempranas se les hacía una cirugía después se les daba el tratamiento de quimioterapia y posterior a ello eran aleatorizados a recibir atezolizumab por 1 año versus placebo y continuar solamente con la vigilancia. Este estudio también demostró un beneficio en supervivencia libre de recurrencia, sin embargo dicho beneficio solamente se observó en pacientes con PD-L1 positivo, de tal forma que es uno de los tratamientos más eficaces a utilizar en los pacientes que reciben un tratamiento de inmunoterapia; sin embargo se cuenta también con otras estrategias, en cuanto a los estudios neoadyuvantes y los estudios perioperatorios que también demuestran un beneficio en supervivencia libre de recurrencia antes o durante toda la cirugía, es decir alrededor de la cirugía. [3]
Por lo tanto, hoy tener el PD-L1 en los pacientes con etapa temprana es muy importante debido a que nos ayuda a definir cuál es el paciente que puede irse a una adyuvancia con inmunoterapia de aquellos pacientes que requieren recibir una neoadyuvancia o un tratamiento perioperatorio.
En conclusión, es necesario que en todos los pacientes con cáncer de pulmón en etapa temprana se cuente con tres biomarcadores: EGFR, ALK y PD-L1 para establecer el tratamiento apropiado, sin olvidar que para enfermedad metástasis es necesario hacer otros biomarcadores.
Referencias:
Gracias al apoyo educativo de Roche México.
¿No tienes una cuenta? Regístrate